Quixote Legend. Una carrera con mucho futuro.


Si uno piensa en Albacete, en La Mancha y en Don Quijote, lo primero que viene a la mente son imágenes de inmensas llanuras. Y lo cierto es que conforme viajas hacia allí eso es lo que ves. Dejás Madrid atrás y el terreno llano y seco es lo que te acompaña a ambos lados de la autovía. Hasta que de repente, a poco de llegar a Alcaraz, te das de bruces con una sierra y más adelante con el Parque Natural de los Calares. Lo que hasta entonces era llano y seco se convierte en verde y abrupto, con paisajes que nada tienen que envidiar a los de otras cordilleras de nuestra geografía. La Quixote Legend aprovecha este enclave para lanzar un recorrido de 155 Kms de longitud y 8200 mts de desnivel positivo a través de Alcaraz, Villaverde de Guadalimar, Yeste y Riopar. Los números por sí solos ya nos dan idea de algo complicado. Sobre el terreno lo es más, bastante más, con algún tramo técnico verdaderamente demencial. Albacete. ¿Montaña? Sí. Mucha y además muy técnica.

Organizada por la Diputación de Albacete, el principal objetivo de la QLegend es promocionar turísticamente este enclave. ¿Lo consigue? Yo creo que sí. No hay más que ver la lista de inscritos para comprobar que proceden de todos los puntos de España. Nosotros mismos sin ir más lejos no habíamos oído hablar de la zona y, desde luego, se ha convertido en lugar a visitar de nuevo detenidamente. Con el boca a boca de los participantes y la difusión por redes sociales, blogs y demás cosas 2.0 se consigue lo que se pretende. Que se hable de la zona, darla a conocer y que la gente se plantee ir el año próximo a participar o, mejor todavía, a pasar unas vacaciones en la zona.


Respecto a la carrera en sí y a su organización, casi todo lo que se puede decir es bueno. El precio de la inscripción, 250 EU, incluye todo lo que puedas necesitar. Inscripción, alojamiento en tienda de campaña, campamento montado cada día, desayuno comida y cena, avituallamientos... Desde el momento en que llegas a Alcaraz el jueves por la tarde te das cuenta de que el despliegue es impresionante. Vivac montado dentro del pabellón, un ejército de voluntarios dispuestos a ayudarte con una sonrisa en la cara, la presentación de la carrera en una Iglesia, la cena en un convento restaurado... Resumiendo, que se nota que la Diputación de Albacete ha invertido pasta y, más importante, que se percibe ese dinero, que se ha gastado bien.


El formato de funcionamiento es sencillo, de tal forma que el corredor sólo tenga que preocuparse de eso, de correr. Desayuno a las 7:00 AM. Tiempo para dejar todo preparado dentro de una bolsa enorme que te proporcionaba la organización y que debías dejar delante de la tienda. A las 8:00 AM la salida de la etapa, alrededor de cincuenta kilómetros por delante con dos avituallamientos cada veinte. No muy bien surtidos, la verdad sea dicha, pero se trata de una carrera en semiautosuficiencia. A la llegada a meta con un avituallamiento final escaso y sin bebidas frías (punto a mejorar), el vivac ya está montado y cada bolsa está dentro de su correspondiente tienda. Igualmente, está abierto el comedor para reponer fuerzas. Por poner una pega, el menú fue siempre el mismo, aunque enfocado al deportista como debe ser en una prueba así: arroz, pasta, pollo, pescado.


Sobre el recorrido se sabía que sería duro, pero no se sabía que lo sería tanto. No por el desnivel, que de por sí ya era interesante (sobre unos 2500 mts positivos cada día), sino por el tipo de terreno sobre el que se desarrolla. Y es que a pesar de que había unos cuantos kilómetros de pista, cuando la cosa se ponía técnica lo hacía de verdad. Tramos verdaderamente complicados, que ríete tú de pasos técnicos en el Pirineo, en los que no es que no se pudiera correr sino que andar y descender debía hacerse con sumo cuidado. Igual de complicados que espectaculares por cierto. ¿De verdad estamos en Albacete?


Como siempre en este tipo de formatos, lo mejor viene de la mano de la convivencia. 3 días dan para mucho. Para consolidar amistades, para conocer gente, para poner cara a los que sólo conoces de las redes... Una pena que mi rodilla no estuviera tan comunicativa.

Y claro, como en todo, también hay algún punto a mejorar. Se echan de menos más servicios de higiene. Unos pocos baños y duchas para doscientas personas no son suficientes, añadido al poco civismo de algunos. Quizás mejorable también el tema horarios. Porque aunque ya se sabía que hasta las 19h30 del domingo no se comenzaba el regreso en autobuses, los largos trayectos de regreso de cada uno a casa se hacían muy cuesta arriba. Una salida escalonada no estaría mal para futuras ocasiones.

La Quixote Legend ha sabido importar lo mejor de las carreras por etapas pero adaptándolo y con "ciertas" facilidades. El que tengas la tienda montada al llegar, duchas y comida y no debas cargar con todo el material no le resta un ápice de dureza. Se trata de una carrera montañera 100%, en la que la experiencia en alta montaña es un punto a favor del que participa. Más cerca por el tipo de terreno del modelo "sky" que del "trail". Una carrera en la que el corredor se siente "querido" y asistido desde el primer momento.

Seguramente, la segunda de muchas más ediciones. La QLegend tiene unos recorridos espectaculares, un formato novedoso en España, una organización que sabe lo que hace y el apoyo económico de una entidad pública. Todo para que se consolide en el calendario.

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